Rembrandt - El regreso del hijo pródigo (1668-1669)


Desafortunadamente, el trabajo que más se prestaba a dietrologías que se imponían como el pensamiento del autor ...
Increíble y magistral la atmósfera suspendida de la narrativa. Las figuras humanas emergen de la oscuridad del fondo (como los fantasmas). La luz es inteligente y teatral, ilumina lo que necesita y deja el resto a la sombra.
La figura del viejo padre ciego es una explosión de luz en la cara, dejando en la sombra las figuras de fondo, que pueden convertirse en nuestra presencia que observa y hace preguntas sobre lo que sucede.
El hijo pródigo es fotográfico en su pobreza con zapatos y ropa rotos con luces inteligentes.

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