Claude Monet - Puente de Waterloo (1903)


Monet dedica un trabajo a su amada niebla, a la que llamó "capa misteriosa". Cuando pudo, especialmente en invierno, fue a Londres a pintar. Su Támesis ha sido retratado varias veces desde la habitación en el quinto piso del hotel Savoy.
Una pintura donde la inmaterialidad, la poesía pura es el maestro.

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