Diego Velázquez - Retrato del conde de Olivares (C. 1640)


Los retratos de una cara requieren técnica, retratar a un personaje y una personalidad requiere ser un artista.
Diego Velázquez está llamado a retratar a este hombre, aparentemente de buen carácter, pero en realidad es Don Gaspar de Guzamn: conde de Olivares y todopoderoso ministro de Felipe IV de España.
Sus labios apretados, su rostro pálido y su mirada nos transmiten su personalidad colérica de alguien que está acostumbrado a confiar solo en su propia fuerza.
El claroscuro está aquí de una maestría para envidiar al mejor maestro de la pintura.

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