Caspar David Friedrich - Riesengebirge (1835)


Caspar David Friedrich dedica su arte a Alemania, una voz que sale del coro: no se embarca en el viaje de moda que todos los artistas quieren ir a Italia.
Sus movimientos son entre Bohemia y Silesia, aquí hace muchos bocetos y llena sus ojos de colores. Luego, en casa, haz que sea increíble.
En este trabajo no encontramos nada, no hay nada, solo luz y silencio. Su increíble poética es esta, no necesitas un objeto para retratar, solo el sentimiento; como lo fue para Debussy en la música.


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