Pierre-Auguste Renoir - Jeanne Samary de pie (1878)


Renoir tiene en su paleta una cantidad infinita de blancos y sombras de colores tan suaves que pueden permitirse crear una pintura con rangos de color muy reducidos.
No hay pinceladas, no hay sombras sino moléculas de color real.
El vestido blanco brillante tiene un valor plástico y táctil.

Comentarios