Caravaggio - El laudista (C. 1595)


Una de las poses teatrales más bellas de Caravaggio, conocido es un verdadero director de escena. La realidad entra en este trabajo después de que el puntaje es verdadero, un verdadero madrigal muy en boga en el siglo XVI. No nos enfrentamos a una composición simple, pero es un documento de la época.
La luz inteligente de Caravaggio ilumina lo que se necesita, no hay tiempo ni espacio; todo está suspendido en el no-lugar intemporal que Caravaggio pudo crear mucho antes de Metaphysics.
Pero lo percibimos, nada es real en esa luz y en esa pose. Es el gran teatro del arte.

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