Gerrit van Honthorst - Infancia de Cristo (C. 1620)


Fue tan bueno haciendo las escenas nocturnas que se llamó Gherardo delle Notti. Su maestro era Caravaggio, no hace falta decirlo. El arte del gran maestro milanés cumplió con la perfección del mundo flamenco.
Una escena tradicional, según la cual el pequeño Jesús, como todo niño bueno, ayudó a su padre, quien en el siglo XVII se convirtió en el símbolo por excelencia del trabajador sostén de la familia al que muchos se inspiraron en el norte de Europa.

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